CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

lunes, 18 de junio de 2018

DOMINGO GASCÓN Y GUIMBAO EN ANÉCDOTAS (IV)


PERIODISTA, POLÍTICO Y EMPRESARIO: LA AGENCIA GENERAL DE NEGOCIOS


En 1881 abandonó las tareas artesanales, comerciales y publicistas relacionadas con la peluquería para dedicarse al periodismo y a la política. Después de obtener la licenciatura en Derecho en plena madurez, Gascón estableció en Madrid una Agencia General de Negocios, donde como abogado y agente colegiado ofrecía, entre otros servicios, la representación de Diputaciones, Ayuntamientos, Compañías, Sociedades, Corporaciones y particulares. Representó en Madrid al Ayuntamiento de Zaragoza y municipios de la provincia de Teruel. También dirigió sus actividades mercantiles hacia la compra y venta de terrenos situados en el ensanche de Madrid constituyéndose en protagonista y precursor de los calificados actualmente como pelotazos urbanísticos. Vamos que hizo una fortuna y pronto tuvo que diversificar en otro tipo de inversiones como fueron minas en la provincia de Teruel -Ojos Negros y Cuencas Mineras Centrales-, astilleros en Galicia, etc.

jueves, 7 de junio de 2018

RESEÑA DE LA NOVELA, "EL VIAJE DEL ANARQUISTA", DE ELIFIO FELIZ DE VARGAS



LA MUERTE EN VILLARLUENGO

En su última novela, El viaje del anarquista, Elifio Feliz de Vargas vuelve a un espacio familiar y querido, el Maestrazgo. Quizá sea por su profesión de veterinario, pero lo cierto es que se encuentra como pez en el agua o mejor como treparriscos en el roquedo de los ambientes rurales: vive y hace vivir su paisaje; participa de la dimensión humana y sentimental de sus gentes; conoce y da a conocer sus problemas; escucha su habla y la reproduce con gracia y precisión. De alguna manera, el viento trágico de su Días de cierzo (2006), obra con la que ganó el I premio de novela “Comarca del Maestrazgo”, vuelve a soplar sobre las páginas de esta y con él los ecos de todos los grandes narradores –Baroja, Castro, Ribas, etc.- que supieron ver en esas mágicas montañas de difícil acceso un territorio literario donde todo es posible, al menos en la ficción.

La novela se enmarca entre dos momentos históricos: arranca en julio de 1909 durante los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona y concluye en octubre de ese mismo año con el fusilamiento del pedagogo y anarquista Francisco Ferrer Guardia. Entre tanto nos cuenta la azarosa huida de su joven discípulo, Francesc Casals, prófugo del ejército español, que buscará refugio en el pueblo del Maestrazgo turolense de Villarluengo, donde bajo una identidad falsa trabajará como mozo de botica, tratará de llevar a cabo los postulados de la Escuela Moderna de Barcelona y vivirá una historia de amor con la Chica Natividad.

El viaje del anarquista es una novela coral, no solo en cuanto a los personajes, sino también en lo que respecta a las voces narrativas, al estilo y a los temas (el anarquismo, la situación de la mujer y de la educación en España a comienzos del siglo XX, etc.) Un narrador omnisciente nos relata unos hechos que fragmentariamente distintas primeras personas complementan desde su punto de vista y explican con su propio registro idiomático. Es decir, Elifio escucha a sus personajes y los deja conversar con el lector respetando en todo momento sus actos de habla o de escritura, pues también hay una importante relación epistolar entre ellos. De esta forma, la estructura de la novela resulta un tanto compleja al principio, pero conforme avanza, se ensambla de manera perfecta y al final las preguntas que se han suscitando en su desarrollo encuentran sus respectivas respuestas, componiendo un tan preciso como excelente rompecabezas narrativo.

Junto con el protagonista y su antagonista, esa concentración de sangre de Caín de la España profunda que es el Raidiera, destacan los personajes femeninos, en especial el de Natividad, una joven extrañamente letrada para aquellos tiempos y pagos, y el de su abuela, doña Purificación, una especie de doña Rosa celiana dueña de la casa de huéspedes donde se ubica la botica. Sin olvidar a los secundarios de lujo: Remigi Casals, Angelita, el Tuerto, Aurora, etc. Sus descripciones de presentación son en todos los casos memorables, incluidas las de los escenarios.

La novela se construye sobre un sólido trabajo de documentación, si bien Elifio surfea sobre los acontecimientos históricos y, aunque los trata con rigor, no cae en vanas disquisiciones filosóficas ni deja que se vean las costuras de las lecturas previas. Tan solo sutiles pinceladas aquí y allá para ambientar la acción. Lo que de verdad le importa es la forma, moldear el lenguaje en la fragua del estilo y con una prosa poética a veces, irónica en otras, ágil siempre, salpimentada con ese humor tan “elifiano” o “feliziano” tan suyo, tendente a lo escatológico y morboso, tan divertido como trágicamente doloroso, nos relata una historia sencilla y tremenda que trata sobre lo ineludible del destino humano: la muerte, igual da que sea en Samarra que en Villarluengo, siempre te estará esperando. Solo nos damos cuenta de la verdadera crudeza del relato cuando llegamos a su final, aun a pesar de que el autor se ha permitido el lujo de anticiparlo cinematográficamente en el comienzo. Fantástica boutade al alcance de muy pocos escritores.

ELIFIO FELIZ DE VARGAS, El viaje del anarquista, Valencia, Rasmia Ediciones, 2018

sábado, 2 de junio de 2018

DOMINGO GASCÓN Y GUIMBAO EN ANÉCDOTAS (III)


DE BARBERO Y ALMACENISTA DE PELO A ARTISTA DEL CABELLO

Entre los regeneracionistas turolenses, Domingo Gascón y Guimbao fue el mayor dinamizador social y el más beneficioso para el progreso de la provincia. Nació en Albarracín en 1845 y falleció de “colapso cardiaco” el 29 de agosto de 1908 en Madrid.

Estudió en Albarracín, Mora de Rubielos y Valencia. Dejó de estudiar al concluir el bachillerato y como varios de sus hermanos, se dedicó a la profesión de su padre, pero sólo en la faceta de barbero-peluquero, dejando a un lado la de cirujano, para la que no estaba preparado. Tras una etapa juvenil y revolucionaria en Valencia, a comienzos de la década de 1870, el futuro cronista creó en Madrid pequeñas industrias relacionadas con aquellos gremios que alcanzaron cierto renombre, viajaba a París para mantenerse al día en cortes de pelo y peinados, al tiempo que luchaba por el gremio de los peluqueros. 

En el siglo XIX, alrededor del pelo se creó una especie de culto que hizo proliferar el arte realizado con cabello. Igual servía para recordar a una persona amada y ausente que a un familiar difunto, de alguna manera se consideraba como una forma de retrato muy personal.

Objeto decorativo hecho con cabellos.
From the collection of John Whitenight and Frederick LaValley.
Image courtesy John Whitenight and Frederick LaValley.
Photograph by Alan Kolc.

Establecido en la plaza de Santa Catalina se anunciaba en 1877 como almacenista de cabellos de todas clases, premiado en cuantas exposiciones participaba, entre ellas la Aragonesa de 1868, en la que asociado con sus hermanos obtuvo medalla de bronce. Utilizando cabellos como materia prima, Domingo Gascón confeccionaba cuadros de paisajes, bodegones, retratos, imágenes, escudos, rizos y también complementos para panteones, tumbas y mausoleos. Algunos de sus trabajos artesanales los presentaba sobre soportes de cristal, nácar, marfil o metales preciosos según el poder adquisitivo de los clientes. La prensa diaria madrileña elogió varios de sus retratos, entre ellos el ejecutado sobre marfil para el marqués del Duero. En esta etapa de su vida el futuro cronista se autodefinía a través de anuncios en periódicos como “artista en cabellos”.

Adorno hecho con pelo

En 1873 Domingo Gascón fundó y dirigió la revista quincenal Guía del peluquero y barbero, en la que escribió artículos sobre temas relacionados con aquellas profesiones, alguno de ellos de contenido político como el titulado “El Ateneo de Madrid y la cuestión social”, que publicó en dos entregas en 1878 y donde se mostró ferviente partidario del cooperativismo. Los números finales de esta revista fueron dirigidos por su hermano Antonio, tuvieron periodicidad mensual y nueva cabecera transformada en Guía del Peluquero. Domingo Gascón presidió la Sociedad de Socorros Mutuos de Peluqueros y Barberos e intentó, y en parte consiguió a través de sus relaciones y viajes a la capital francesa, que el gremio alcanzara nivel europeo para el mejor servicio de la nobleza y la burguesía españolas.


Modelos de peinado de La guía del peluquero, seguramente los dibujos fueran de su hermana Isabel Gascón