Donoso y el cine.
Esta entrada es parte de un artículo que se publicó en la REVISTA CABIRIA
DONOSO Y CARLOS FLORES |
La de Buñuel con El lugar sin límites no fue la única esperanza frustrada de Donoso
con el cine, Anthony Quinn compró los derechos de Casa de Campo, pero la película tampoco se llevó a efecto. Carlos
Flores, al igual que el productor español de Tristana, Eduardo Lurcay, pretendió adaptar Gaspar de la noche, una de las Tres
novelitas burguesas. Si bien la decepción más grande, comparable a la
vivida con Buñuel, la tuvo con Federico Fellini, quien estuvo interesado en El obsceno pájaro de la noche. Esta
novela también suscitó la atención de Michelangelo Antonioni, que contactó con
el chileno para decirle que si bien esa obra no entraba dentro de su línea
cinematográfica, le interesaba mucho su estilo como escritor, por lo que al
final la relación cuajó y le encargó un guión, pero los desencuentros de Donoso
con el cine se estaban convirtiendo en “un lugar sin límites”, tras comenzar a
escribir, Donoso comprendió que no estaba escribiendo un guión, sino una
novela, por lo que llamó a Antonioni y le informó que no podía cumplir con el
encargo. Cuatro años más tarde estaba lista su magnífica Casa de campo.
Como guionista, Donoso también escribió
un curioso guión sobre los últimos días de Rimbaud en África como traficante de
armas. Lo escribió junto con Leonard Schrader (guionista de Mishima y El beso de la mujer araña) que a punto estuvo de materializarse en
una comedia musical protagonizada por la cantante Patti Smith, propuesta a la
que Donoso contestó, “hagan lo que quieran, pero sin mí”. Al final tampoco se
hizo nada.
CARLOS FLORES Y EL EQUIPO DE RODAJE DE PEPE DONOSO |
Mayor fortuna ha tenido la trayectoria
vital y profesional de Donoso, objeto de varios documentales: Pepe Donoso (ver REVISTA DE LITERATURA: "CUANDO DONOSO VOLVIÓ A CHILE") y Donoso por Donoso, ambos de Carlos Flores; Encuentro con José Donoso, de Benjamín Galemiri.
El escritor chileno siempre tuvo
veleidades cinematográficas como realizador y llegó incluso a dirigir en 1979
su propio documental sobre la estancia de Picasso en Horta de San Juan, pueblo
vecino a Calaceite, donde pintó su cuadro Fábrica
en 1909. Su hija recoge este recuerdo de la siguiente manera:
“Para
esta nueva aventura, que lo tenía feliz, se trasladará todo el equipo de
filmación a Calaceite por unos diez días. Le entusiasma la idea y tiene pensado
otros cortos más: La huella de los
Antoninos en España (donde nacieron, qué dejaron Adriano, Trajano, Marco
Aurelio y Antonino Pío); otro, algo más popular, sobre Manuel de Falla y
Granada; uno del retrato de Goya del duque de Osuna; otro de Rilke en Ronda,
sobre Hemingway y los toros; sobre Gerald Brennan en La Alpujarra , sobre los
teatros del Siglo de Oro en Madrid. En fin, el sueño de convertirse de repente
en businessman. En este proyecto lo
acompañan Luis Morales, Lorenzo Cebrián y Juan Ramón Silva, cineastas jóvenes
que están formando una productora independiente.”
El documental sí se llevó a cabo y
Donoso quedó tan satisfecho de la experiencia que afirmó feliz: “-De ahora en
adelante me dedico al cine, y lo digo en serío.” Parece ser que al final este
trabajo no llegó a montarse.
El encuentro más fructífero de Donoso
con el séptimo arte se produjo en las colaboraciones que mantuvo con el
director chileno Silvio Caiozzi, si bien debemos precisar que el primer trabajo
conjunto fue un verdadero fracaso, nos referimos a Historia de un roble solo (1982), un video basado en un relato de
Donoso. Le siguió una adaptación de Sueños
de mala muerte, una de las novelas breves contenidas en Cuatro para Delfina, una colección de
narraciones cortas dedicadas a su amiga de la adolescencia, la actriz, Delfina
Guzmán, quien sería la protagonista del film.
Mejor suerte corrió el guión escrito a
la limón por Caiozzi y Donoso, La luna en
el espejo (1990), bien acogida por el publico y merecedora del premio a la
mejor actriz –Gloria Münchmeyer- en el Festival de Cine de Venecia y el de
mejor actor –Rafael Benavente- en el de la Habana.
Coronación
fue la primera novela que escribió Donoso y también fue la primera en ser
adaptada. El mejicano Sergio Olhovit firmó una tan floja versión en 1976,
que llevó a Carlos Fuentes a afirmar que se trataba de la peor película que se
había hecho en su país. Sería en el año 2000, fallecido ya Donoso, cuando
Caiozzi adaptara la novela de forma magistral.
También en México se realizó una serie
de televisión basada en Este domingo. Y en Chile, un grupo de
estudiantes dirigió un video sobre el cuento Santelices.
En la
recta final de su vida, con la finalidad de pagar los gastos ocasionados por su
enfermedad, Donoso comenzó a escribir para Televisa una teleserie que no llegó
a concluir.
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