TRES EN UNA
Por un lado están sus memorias: John Ellerman es el quinto
hijo varón de una mujer que tras darlo a luz muere. Marcado por este estigma,
el niño crece de alguna forma al “este del Edén” sin el cariño de una madre y
bajo la mirada inquisitiva de un padre temeroso de Dios, que llega a encerrarlo
bajo llave en una torre de la granja ganadera donde viven en el condado de Kent
tras una pelea con su hermano mayor Ted. Después de propinarle una tremenda
paliza, su progenitor le sentencia como un Dios airado: “No voy a pegarte más,
no quiero que me acusen de matar a uno de mis hijos. Pero vas a aprender que no
hay redención sin sacrificio; redención, hijo mío, no sé si sabes de lo que estoy hablando: hasta nuestro señor
Jesucristo conoció el verdadero dolor para que su Padre nos perdonara a todos
los hombres…”
De sus cuatro hermanos, tres le odian y sólo el cuarto,
William, retrasado mental, lo idolatra. Cansado del maltrato familiar, excelente
estudiante con brillantes notas, decide marcharse a Londres y abandonar su
pasado. La enfangada autobiografía de la infancia y adolescencia del
protagonista, sumida en el barro de los húmedos pastos de Westerham, da paso al
cosmopolitismo de Londres; la
Inglaterra profunda se abre como el cielo tras la tormenta y
lo que hasta el momento era una narración faulkneriana, con su mundo rural,
anacrónico y claustral, dominado por el fanatismo religioso y la violencia, se
transforma en otro tipo de novela, por momentos intensamente erótica, en la que
se presenta la crónica sentimental de las relaciones amorosas de John,
convertido ahora en una suerte de particular Casanova, seductor irresistible y
amante perfecto que se muestra en toda su esplendorosa, lúbrica y
autodestructiva humanidad. La muerte de algunas de sus amantes marcará su
presente: John desprecia a las mujeres, incluso a las más hermosas, tan sólo
Ellen Carter, que lo rechaza constantemente,
mantendrá vivo su deseo.
Por su parte, “Sistemas de ecuaciones” es una novela negra
en la que un narrador omnisciente adopta el punto de vista de Paul Lancaster,
abogado e investigador de la compañía de seguros Mortimer, un maduro expolicía
que abandonó la profesión tras ser herido por un ladrón vengativo. En la
actualidad sigue los pasos de John por ser el beneficiario de un importante
seguro de vida. Con el viajamos al condado de Kent para descubrir una realidad
paralela y complementaria a la que John nos anticipa en sus memorias: el
hermano mayor se ha suicidado al descubrir muerto a su padre; los gemelos han
desaparecido y William, hundido por la perdida de sus seres queridos y
resentido por el abandono de su idolatrado hermano pequeño, es incapaz por su
deficiencia y estado anímico de sacar adelante la granja, que irremediablemente
va a ser embargada. Por otro lado, casualmente, le encargan que busque a Ellen
Carter, también desaparecida, y es aquí donde cobra sentido el título de esta
parte de la novela, pues tal vez, “como sucede en un sistema de ecuaciones con
dos incógnitas”, ambas desapariciones puedan estar relacionadas. A partir de ese
momento, Paul inicia su particular “redención” personal siguiendo los pasos de
la que iniciara John unos años antes al abandonar la granja. Viajará por el
norte de España desarrollando una tenaz investigación, en la que al final no le
importará tanto descubrir su paradero como encontrarse a sí mismo, demostrar
sus intuiciones y liberarse de sus obsesiones.
Por último, en “Las heridas del lobo” un aséptico narrador
omnisciente perfila y matiza hechos y situaciones que han sido presentadas
desde otras ópticas diferentes o tan sólo han sido apuntadas de pasada sin
darles la importancia que merecían. Se trata de una novela psicológica,
necesario contrapunto de las anteriores, para profundizar con cierta
objetividad en el pensamiento del protagonista.
Redención tiene
pues una original estructura caleidoscópica en la que se integran con éxito las
preocupaciones de la metaficción, la inquietudes del thriller psicológico y el erotismo de la biografía de un seductor,
está escrita de forma sobria y eficaz y sus personajes principales poseen una
importante penetración psicológica, con una intensa vida interior llena de
matices, con todo ello deberá trabajar el lector para resolver el enigma de la
personalidad de John, si bien el autor cierra su novela con tres
“clarificadores” epílogos que de alguna manera lo ayudarán en su trabajo.
Julio Castedo, Redención, Barcelona, Planeta, 2015.
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