CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

miércoles, 18 de febrero de 2015

PROGRAMA BODAS DE ISABEL DE LOS ALMOGÁVARES TERUEL FRONTERA Y "LES AMANTS DE TERUEL" POR EDITH PIAF


Con el enlace de los actos que realizará la Asociación Cultural Amogávares de Teruel Frontera ALMOGÁVARES DE TERUEL FRONTERA, os dejo como aperitivo para estas Bodas de Isabel  con la inolvidable Edith Piaf (1946-1963) y su no muy conocida "Les Amants de Teruel", una versión francesa de la canción griega "Poli Omorfi" (Ciudad Hermosa), compuesta en 1962 por Mikis Theodorakis. Las letras fueron escritas por el francés Jacques Plante.




L'un près de l'autre,

Se tiennent, les amants

Qui se sont retrouvés

Pour cheminer côte à côte.
Retrouvés dans la mort
Puisque la vie n'a pas su les comprendre,
Retrouvés dans l'amour
La haine n'ayant pas pu les atteindre.
Les feuilles, les feuilles tombent
Sur leur lit de noces.
Que la terre soit douce,
Soit douce aux amants de Teruel
Enfin réunis dans l'ombre...



L'un près de l'autre,

Ils dorment maintenant.

Ils dorment, délivrés
De l'appréhension de l'aube.
Se tenant par la main,
Dans l'immobilité de la prière,
Renouant leur serment
Dans la tranquille éternité des pierres,
La nuit leur ouvre ses portes.
Tout rentre dans l'ordre.
Leur étreinte demeure,
Demeure à jamais suspendu


PROGRAMA ALMOGÁVARES DE TERUEL FRONTERA:








sábado, 14 de febrero de 2015

CARLOS GRACIA MONTERDE. REFERENTE DE LA CAZA Y LA PESCA TUROLENSE



         La pasada Noche de Reyes fallecía trágicamente Carlos Gracia Monterde, un referente del tiro al plato, la caza y la pesca turolense. La Federación Aragonesa de Caza en una nota en su recuerdo, publicada en el Heraldo de Aragón, resumía su trayectoria deportiva de la siguiente manera:”Aunque nació en Agoncillo (La Rioja) vivió casi toda su vida en Teruel, donde desarrolló su trabajo como administrativo del Estado y practicó sus aficiones favoritas.
         Fue el primer cazador turolense en participar en un Campeonato Nacional de Caza Menor con Perro: lo hizo en cinco ocasiones, consiguiendo un cuarto puesto. Su primer título como campeón regional lo consiguió en 1970, siendo varias veces campeón provincial y regional. En 1974, a propuesta de la Federación de Caza, fue proclamado mejor deportista de la provincia de Teruel.
         Su interés por la caza y la pesca le llevó a formar parte de la asamblea de la Federación Aragonesa de Caza y de la directiva de varias sociedades. En la actualidad, ostentaba el cargo de presidente de la Sociedad Los Frailes.
         Como pescador y tirador de palto y ‘skeet’ representó a Teruel en numerosas competiciones regionales y nacionales. En 1971 fue campeón regional de pesca, siendo bastantes veces las que se quedó campeón en los numerosos concursos en los que participó.
         En el año 1992 ganó el Campeonato de España de Salmónidos lance individual y conquistó dos campeonatos autonómicos y otros 2 subcampeonatos de salmónidos, un campeonato de España de salmónidos mosca y una medalla de bronce por equipos.
        
Carlos plasmó sus conocimientos de caza y pesca en los libros que escribió: tres son de caza: Los perros de caza, La caza de la perdiz con perro y Tras la caza menor; y otros tres, de pesca: La trucha y sus artes, La pesca de ciprínidos y Tratado sobre la pesca.

         Descanse en paz.

sábado, 7 de febrero de 2015

MANUEL POLO Y PEYROLÓN


        
Manuel Polo y Peyrolón nació en Cañete en 1846 y murió en Valencia en 1918. Su infancia transcurrió en el pueblo turolense de Torres de Albarracín y su bachillerato lo cursó en el colegio de los Escolapios de Albarracín. Se licenció y doctoró en las carreras de Derecho por la Universidad de Valencia y Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid.
         En 1870, consiguió por oposición en la Universidad de Zaragoza la cátedra de Psicología Lógica y Ética del Instituto de Teruel y en 1879 se trasladó para desempeñar la misma cátedra a un Instituto de Valencia. Participó activamente en política como acérrimo carlista y llegó a ser diputado y senador en diferentes legislaturas entre los años 1896 y 1916.
        
Una aproximación a su físico y a su personalidad nos la brinda una sucinta pero interesante cita de Teodoro Llorente en sus Memorias en las que nos dice:”… era don Manuel bajo de estatura, de calva reluciente, católico a macha martillo, y gustaba de pasear por la alameda con la “pollería”. Según Gustavino, era de trato muy sencillo, y defensor acérrimo del celibato, al que perteneció de por vida. No tuvo más enemigos que… los liberales.” De esta descripción podemos deducir claramente su ideología político-religiosa, eternamente presente en todos sus escritos.
         Su producción es extensa y abarca desde la filosofía, Curso completo de filosofía, Elementos de filosofía moral, etc., pasando por la psicología, Promptuario de psicología y ética, elementos de psicología, hasta la pedagogía, La escuela primaria y el catolicismo, o el derecho, Rudimentos del derecho, etc. Pero su faceta más destacada es la literaria, en la que don Manuel se sitúa dentro de la novela de costumbres regionales a la altura de Fernán Caballero, Trueba o Pereda. Los títulos más conocidos son: Costumbres populares de la Sierra de Albarracín, El sí de una serrana, La tía Levítico, Lo que puede una mujer, etc., y por encima de todos, Los Mayos, escrita durante su estancia en Teruel como profesor del Instituto en el año de 1877.
         En su momento, de su personalidad literaria se ocuparon entre otros, Francisco Blanco García, La literatura española en el siglo XIX, parte II (Madrid, 1898) y Marcelino Menéndez Pelayo, Estudios de Crítica Literaria, T. V., de sus Obras completas. Como estudios más recientes citaremos el de P. Serrano y Josa, La obra literaria y costumbrista del novelista Polo y Peyrolón, en Teruel, I.E.T., 1953; Vicente Pérez Rivera, La obra literaria de Polo y Peyrolón, en Teruel, núms.. 17-18, I.E.T., 1957; Rafael Lorenzo Alquézar, Don Manuel Polo y la imagen del campesino teólogo, en Studium, C.U.T, 1985. Por último citaremos el trabajo de Francisco Lázaro Polo, publicado en dos partes en la revista Turia, nums. 101-102 y 103, Manuel Polo y Peyrolón: católico, carlista y costumbrista. Interesante también la entrada en la WEB  
         Algunos de sus libros más importantes son:
  • Realidad poética de mis montañas. Costumbres de la sierra de Albarracín (1873)
  • Alma y vida serrana, costumbres populares de la sierra de Albarracín (1910)
  • Los mayos: novela original de costumbres populares de la Sierra de Albarracín (1878)
  • Elementos de Psicología (1879)
  • Elementos de Lógica (1880)
  • Elementos de Ética (1880)
  • Parentesco entre el hombre y el mono (1878)
  • Elogio de Santo Tomás de Aquino (1880)
  • El cristianismo y la civilización (1881)
  • Intervención de la masonería en los desastres de España (1899)
  • Credo y programa del partido Carlista (1905)
  • Curso de Psicología elemental (1879)
  • Pepinillos en Vinagre (1891)
  • El liberalismo por dentro. Diálogos (1895)
  • El liberalismo católico sin comentarios (1906)
  • Siempre en la brecha carlista (1907)
  • Anarquía, fiera mansa (1908)
  • La escuela primaria y el catecismo (1913)
  • Hojas de mi cartera de Viajero (1892)

         


         

domingo, 1 de febrero de 2015

RESEÑA: "MIENTRAS NIEVA SOBRE EL MAR", DE PABLO ANDRÉS ESCAPA

LA EMOCIÓN DE LA PALABRA



      Es evidente que el cuento no se lee con los mismos ojos que la novela, supone un trabajo de atención absoluto y la menor distracción pone en peligro todo: el suceso y el efecto; es decir, la historia. El cuento además de conmovernos debe asombrarnos y para ello el buen cuentista tiene que convertir el acontecimiento en lenguaje. Este y no otro es el protagonista principal de Mientras nieva sobre el mar, la quinta obra del escritor leones, Pablo Andrés Escapa, una colección de catorce relatos, en los que la realidad se transforma por medio de “la emoción de la palabra”.
         El libro se abre y se cierra con dos narraciones marco (en realidad son la misma), de significativos títulos, “Robinsón” y “Naufrago”, esenciales para la comprensión global de la obra. En la primera, el narrador levanta un faro en mitad de un campo de trigo que se trasforma en mar -“los milagros no se explican. Como la rosa del poeta son sin porqué…”, se nos dirá-. Escapa construye su simbólico faro, que ilumina y da seguridad a su vida, y nos invita a subir por su particular escalera convertida en “librería espiral” a cuyo pie “zozobra en todo su desvarío La nave de los locos” y “en lo más airoso del faro, domina el mundo El ingenioso hidalgo Don Quijote”. Reconocidos sus referentes literarios fundamentales –Baroja y Cervantes-, en el extremo superior, conquistada ya la cima iluminada, nos muestra el proceloso mar de sus lecturas: “…recibo a Ulises y a Simbad, al príncipe Hamlet y a Gregorio Samsa, al teniente Drogo y a Shanti Andía…” De esta simbólica manera, nos anticipa que su obra es un homenaje a la literatura, pero en una última vuelta de tuerca, ese “naufrago” del título -premonitoriamente anunciado con temores infundados en el inicial- rompe su retiro “entregado al silencio de los libros” y trae consigo la oralidad de las fábulas anteriores, que el constructor del faro escucha mientras ve cómo nieva sobre el mar, convirtiendo de esta forma al conjunto en una suerte de cuento de cuentos, en una particular Mil y una noches.
         La nieve, el mar y un estilo impregnado de un hondo lirismo melancólico, tan propio de la Navidad -ese momento tan propicio para descubrir la maravilla y el milagro de lo cotidiano-, presente o insinuada en varios de sus relatos, salpimentados en numerosas ocasiones con un humor pleno de ironía compartida con el lector cómplice, son los hilos conductores de unos cuentos que hay que leer con la ilusión y el candor del niño protagonista de esa emotiva estampa familiar del titulado “Figuras”; con el asombro de los rapaces que viven la aventura sensorial e iniciática de adentrarse en el misterio de la cueva de ese relato de reminiscencias barojianas que es “Ojo de buey”; con el gozo henchido de vida del poeta homenajeado en “Pasos perdidos”; con la excitación de la audacia cometida y la tristeza del castigo impuesto al escolar que mira por la ventana de ese cuento digno de figurar entre los mejores del tema de infancia y colegio de los maestros Aldecoa, Medardo Fraile, Zunzunegui, etc.; con el embeleso del padre y el hijo que asisten al milagro de la natividad en el torguiano “Surcos”; con la tenaz bonhomía del cartero de “Memorias de una hoguera”, tendente a la mentira piadosa; con la brumosa memoria alcohólica de unos hechos recordados por un viajero que cena en soledad en “Pan de ángeles”; con la esperanza de la baronesa en la virginidad de su sobrina en “El Barón Büssenhausen”, animador de unicornios; con la sabiduría absurda de unos diálogos no menos absurdos de los personajes de “Circunstancias de los vasos comunicantes”; con la mirada piadosa y enamorada del forzudo del circo y el consuelo de vivir en ella de la enana protagonista del onírico “Levedad”.
         Escapa, como Borges, al que homenajea en el relato titulado Tarpanes, ejerce de bibliotecario en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid, y como hiciera el escritor argentino o su paisano Luis Mateo Díez –también archivero-bibliotecario-, se sirve de los hallazgos de su profesión para construir su propio mundo de ficción –mágico, legendario, surrealista, etc.-, como es el caso, por poner un ejemplo, del personaje, Diego Sarmiento de Acuña, gran bibliófilo y embajador de Felipe III, al que convierte en protagonista de su narración “La nieve de Londres”, en la que conjuga a la perfección lo real y lo imaginario, lo histórico y lo literario.
         Encontrar a un escritor como Pablo Andrés Escapa, que nos conmueva y nos regale unos cuentos tan concluidos y, sobre todo, tan bien escritos, con un estilo tan depurado, de honda elegancia descriptiva y teñido de esa fina ironía tan característica de las letras del noroeste peninsular, en las que una palabra, un inciso, un gesto, una sugerencia sutil se erigen en símbolos que desencadenan lecturas que remiten a mundos intuidos, es hoy una circunstancia especial y extraña, que nos lleva a brindar por esa mala salud de hierro del cuento español y nos invita a seguir con atención la obra de este interesante autor que, sin duda, nos deparará muchas más sorpresas creativas.

PABLO ANDRÉS ESCAPA, Mientras nieva sobre el mar, Madrid, Páginas de Espuma, 2014.