Esta entrada es parte de un trabajo más extenso publicado íntegramente en la revista TURIA Nº 107, con motivo del ochenta cumpleaños del maestro, en el que tratamos de dibujar la trayectoria personal y profesional de este turolense universal entregado a la música, siempre desde la óptica de su vinculación con Teruel y sus gentes, tratando de descubrir en su universalidad la presencia de sus raíces.
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Antón es el niño que hay detrás del bombo |
La banda de música (1943)
Antón García Abril nació en Teruel
el 19 de mayo de 1933. Su padre, pintor industrial, tenía vocación de músico y
cuando los menesteres de su trabajo se lo permitían, tocaba el saxofón en la
banda de la ciudad. Será en ella donde a los diez años descubra el encanto de
la música y nazca su vocación. Antón García Abril reconoce su importancia
siempre que se le pregunta: “Allí nació mi amor por la música y, desde entonces
tengo un respeto extraordinario por las bandas, que son un vehículo de cultura
popular […] En aquel medio descubrí el misterio de la música como lenguaje […]”
“[…] y es que la banda, con esa gran tradición que tiene en España, ha
producido muchas aficiones musicales, entre ellas la mía. Lo digo por los que
piensan que tienen una importancia secundaria. Están equivocados. Como elemento
de cultura popular tiene la misma importancia que una orquesta sinfónica.”
Por su parte, la banda de Teruel lo
reconoció como “Socio de Honor” (2003) y
como “Director Honorario”, dándole también su nombre a la Escuela de Música de la
ciudad (2011).
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