FOTO HERALDO DE ARAGÓN |
Ya en el siglo XXI, el músico turolense Javier Navarrete, ganador de un Premio Ariel, un Emy, etc., compone para su estreno en San Pedro, la misma iglesia en la que se desarrolló la tragedia -con su particular acústica gótica-, un drama musical atemporal con tintes surrealistas, en el que fusiona con acierto la tradición musical aragonesa y la sensibilidad de la vanguardia.
FOTO DIARIO DE TERUEL |
Su libreto se ajusta en lo esencial a la leyenda, pero se permite contundentes licencias que pretenden humanizar la historia y acercarla al espectador sin focalizarla en tiempo alguno, a lo que también contribuyen la austera puesta en escena y un vestuario ecléctico.
FOTO DIARIO DE TERUEL |
En lo musical tiene una estructura de retablo medieval, de sucesión de cuadros protagonizados por los distintos personajes de la tragedia y supone una acertada mezcla de lenguajes musicales adaptados a la personalidad de cada uno de ellos. Fue un plato de alta cocina musical, bocatto di cardinale, genial y efímero. Un canto del cisne que parece ser se volverá a cantar. Que así sea.
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