EL PODER DE
LA PALABRA
¿Qué es un best seller? Sensu stricto un “libro o disco de gran éxito comercial”. Sin
embargo, en la actualidad se está pervirtiendo el término y de alguna manera se
le ha cargado de connotaciones despectivas y reduccionistas, llegando a
asociarlo, incluso, a literatura de baja calidad, lo que stricto sensu no parece justo. En puridad, la Biblia es el más grande de todos y el Quijote lo sería de la novela moderna: es la primera que se reedita
-incluidas versiones piratas-, se traduce a otros idiomas y le salen copias
apócrifas, todo ello en muy pocos años.
Las obras que han gozado
de una amplia acogida lectora pueden pertenecer a cualquier género literario,
si bien hay algunos que ya de partida son gratos a los lectores, nos referimos
al histórico, policíaco, de aventuras, etc., pero en especial son muy demandadas
la novelas de misterios esotéricos y en estas nuestro paisano Javier Sierra es
un verdadero maestro, llegando a competir con ese monstruo de las superventas
que es Dan Brown, La cena secreta lo
llevó a ser el primer y único escritor español que hasta la fecha ha entrado en
la lista de libros más vendidos de EE.UU, elaborada por The New York Times, sus cifras son de auténtico vértigo: más de 3
millones de ejemplares vendidos, publicado en 32 países, traducido a numerosos
idiomas, etc.
Siguiendo esta línea ascendente,
su última novela, El fuego invisible,
fue la ganadora del Premio Planeta 2017, lo que ya de antemano la convierte por
la filosofía, categoría y proyección del premio en un autentico best seller.
Javier Sierra domina a la
perfección los códigos del thriller de
enigmas con sustrato histórico y en su coctelera narrativa mezcla con sabiduría
y precisión saberes etimológicos, históricos y mitológicos; interpreta de
manera sugerente la simbología oculta presente en obras literarias y artísticas
de diferentes épocas; utiliza un lenguaje claro y sencillo; dosifica la intriga
con una estudiada tendencia a terminar en clímax determinados momentos de la
obra, etc. En definitiva, conoce bien el paño y consigue armar una novela de
entretenimiento con vocación universal que capta el interés del lector y se lee
con fluidez.
Siguiendo los cánones, un
joven profesor e investigador universitario irlandés de origen español, David
Salas, recibe el encargo de viajar a España a buscar un curioso libro, ya en
Madrid, se verá involucrado en un misterio más intrincado y metafísico que le
llevará a seguir el rastro del mítico Santo Grial colaborando con una vieja
amiga de su familia, la escritora Victoria Goodman, y los miembros de la
sociedad secreta que ella lidera. En su búsqueda visitará lugares mágicos de la
geografía española, tanto madrileños –el Retiro-, como catalanes –Font de
Montjuic-, aragoneses –la Iglesia de Santa María de la Santa Cruz de la Serós-
o valencianos –la Catedral-.
Bajo la trama de la
búsqueda del Santo Grial se encuentra una segunda lectura más trascendente y
fundamental que trata sobre el poder de la palabra. Si no das nombre a algo no
existe. El grial no es la copa de la Última Cena, es una palabra inventada en
un texto literario del siglo XII a la que se va dotando de sentido y con el
paso del tiempo termina convirtiéndose en una metáfora perfecta del genio
creador, en un símbolo.
De alguna manera, Javier
Sierra nos dice que desde las cavernas, los hombres cruzaron el umbral
simbólico y la especie estuvo en condiciones de construir una realidad virtual
paralela sobre la que se construye nuestra propia evolución cultural. Es decir,
como expresara poéticamente Paul Éluard, “hay otros mundos, pero están en éste.
Hay otras vidas, pero están en ti”, son las ficciones las que nos permiten
considerar la realidad desde puntos de vista inéditos y mucho más creativos,
sin ellas no hubiera sido posible descubrir, por ejemplo, nuevos continentes,
la teoría de la relatividad, los viajes espaciales o el ordenador, en este
nivel de lectura la novela de Sierra alcanza toda su profundidad y el misterio
deja paso a la filosofía y se formula las preguntas esenciales: cuál es el
origen de las ideas, dónde radica la creatividad. Y nos responde: en la
capacidad de nombrar, en las mismas palabras. Llegados a este punto, Sierra se
gusta y nos conduce por vericuetos poco frecuentes en este tipo de novelas: se
apoya en la filología, relata los accesos trascendentales de escritores como
Valle o Baroja y de compositores como Beethoven o Arrieta, poco a poco la
novela se va transformando hasta convertirse en metaliteratura y homenaje: a la
lengua, al valor de las palabras, a la capacidad de fabular y a los escritores,
incluidos los grandes del género: Focault y Brown.
No cabe duda, Javier
Sierra es un gran contador de historias, tiene la habilidad de relatar con
amenidad lo desconocido, te podrán gustar más o menos sus teorías, creértelas o
no, pero hay que reconocerle que sabe vestir de realidad lo etéreo del misterio
y trabaja con honestidad, eficiencia, credibilidad y rigor sus temas, así como
también los comunica con tremenda eficacia.
Cuando la inmensa mayoría
miramos sin ver, su curiosidad sin límites le lleva a descubrir dimensiones
desconocidas, pero no por ello menos reales; donde muchos solo ven la rutina y
el aburrimiento de una capital de provincias casi inexistente, Teruel, pongamos
por caso, él, con sus ojos de niño en perpetuo asombro, descubre en sus noches
oscuras –las más oscuras de Europa- pobladas de estrellas la posibilidad de
viajar por el espacio sideral, o mira al
suelo y ve en los restos fósiles de los dinosaurios que poblaron estas tierras la
ocasión de regresar al pasado en busca de aventuras insospechadas.
Con su escritura y sus
éxitos, Sierra nos revela que haber nacido en Teruel es algo inusitado. Ser turolense
imprime carácter; el carácter de una minoría mínima y selectísima capaz de
destellos raciales de existencia tan grandes como el mismo pico de Javalambre, tan
increíbles como para ganar un Planeta en sana rivalidad a otra paisana
finalista en su misma edición, Angélica Morales, un sueño hecho realidad en
ambos casos a base de persistencia aragonesa, porque Teruel existe, al menos
para la Literatura.
Aquí una entrevista sobre la novela:
Javier Sierra, El fuego invisible, Barcelona, Planeta,
2017.
Esta reseña fue publicada en la revista TURIA núm. 127
Esta reseña fue publicada en la revista TURIA núm. 127
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