CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

miércoles, 3 de abril de 2019

TUSITALA: AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL O EL CONTADOR DE HISTORIAS (IX)



La especie simbólica 



Un tema central y constante en su obra y pensamiento es el de explicar y explorar “las razones profundas que nos empujan a contar historias y a escucharlas”; es decir, la necesidad de desentrañar “el porqué de las ficciones”. La respuesta conduce a la esencia de lo humano, a lo que nos distingue como especie: nuestra capacidad simbólica. 

Ya en el año 2005 escribió un artículo para la revista Muy Interesante titulado “La especie simbólica”, homónimo del librito, pequeño en tamaño, pero denso como el mercurio, publicado en 2011 por la Cátedra Jorge Oteiza de la Universidad Pública de Navarra, en el que desarrollaba más por extenso algunos de sus contenidos. Volvió sobre el tema con una repaso oral dentro del ciclo “Vida en ficciones. Los relatos en la era audiovisual” organizado por la Universidad de Zaragoza, que más tarde revisó de nuevo para una conferencia impartida en la Universidad de Oxford. 

Como hemos ido constatando, Agustín Sánchez Vidal es un humanista de nuestro tiempo, un escritor cuya actitud intelectual y creativa es interdisciplinar, integradora de todo tipo de saberes, pero quizá sea este delicioso texto de poco más de cien páginas el que mejor evidencie este espíritu, al tiempo que en él se pueden encontrar las inquietudes intelectuales que originan y sustentan la urdimbre primigenia de alguna de sus novelas, pues en él se suman y exponen conocimientos de multitud de artes y ciencias: desde la mitología, el folclore o la etimología, pasando por la literatura, el cine y la historia, hasta la mecánica, la biología, la física o las matemáticas. En este sentido, quizá convenga recordar su sólida formación científica ya apuntada y, como confiesa el propio Agustín, que la divulgación científica es su lectura habitual, más incluso que la literaria propiamente dicha. 

Los símbolos constituyen una estructura compleja y coherente, se entretejen entre ellos confeccionando una trama que nos permite crear mundos alternativos, donde unos símbolos existen en el contexto de otros. Agustín actúa de forma idéntica y su ensayo no es en modo alguno la suma independiente de tres conferencias, sino que conforma un todo coherente en el que además de explicar la tesis principal, se constituye en una obra esencial para entender su propia actividad como novelista, pues en sus páginas encontramos las claves de su creatividad. 

La primera parte lleva por título ‘Las tramas que nos constituyen’ y versa sobre la “revolución de las cuerdas” -asunto central de su novela histórica, de amor y aventuras, homenaje a la cultura andina, Nudo de sangre- y el “escape de foliot”, embrión del reloj, que según el pensador alemán Ernst Junger es la base de la moderna civilización occidental, invención, a su juicio, más importante que la imprenta, la brújula, la pólvora, la máquina de vapor o el descubrimiento de América. Sánchez Vidal reflexiona sobre el tríptico tectón-textil-texto; sobre el paso de los textiles a los códigos de barras; sobre la ilación entre cuentas y cuentos o viceversa; sobre las redes neuronales -investigadas por Cajal y Golgi-, la web y al entramado de las narraciones. 

En la segunda, “La escritura de dios” -título de un cuento de Borges- busca en el lenguaje anterior a Babel un código universal capaz de originar el Universo –su código fuente, tema central de su primera novela, La llave maestra-; es decir, signos que están en la base de todo lo creado y encierran sus claves, una especie de genoma universal, tentativa a la que se han acercado en nuestros días –desde modelos computacionales- los científicos que trabajan sobre la teoría unificada de la información. 

Por último, en “Símbolos y mitos”, el autor aborda el papel que desempeñan en nuestras vidas el pensamiento simbólico y los mitos, desde los relatos homéricos hasta las comerciales películas de Hollywood, cuyas historias derivan en mayor o menor medida de esa materia prima de la que se alimentan no sólo las diferentes artes, sino también las distintas filosofías y religiones.

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