Un forano premio de las Letras
Aragonesas (2016)
En la decimosexta edición del Premio
de las Letras Aragonesas, la del año 2016, por primera vez en su historia, se
concedía a un escritor forano este galardón, si bien, coincidiendo con la
ceremonia de entrega, Agustín, que también es Hijo Adoptivo de la ciudad de
Zaragoza (2001), celebraba sus bodas de oro como residente en la comunidad.
Con este reconocimiento se premiaba la
importancia del conjunto de su obra, pero implícitamente también se reconocía
su destacada labor investigadora sobre personalidades aragonesas, en especial de
sus cineastas, con Buñuel y Saura a la cabeza, si bien su primer trabajo fue
una edición de la novela inconclusa de Joaquín Costa, Justo Valdedios (1981), acompañada de un extenso estudio sobre su
labor narrativa.
A modo de conclusión. Un emérito
muy joven con cuerda para rato
Como
hemos reseñado, Agustín Sánchez Vidal ha destacado en el estudio de las
vanguardias y de algunos escritores como Miguel Hernández; ha desvelado los
valores del lenguaje cinematográfico y de las relaciones entre cine, literatura,
artes plásticas y sociedad, abriendo novedosas líneas de trabajo; ha explorado
la historia del séptimo arte en Aragón y ha situado en un lugar destacado del
cine nacional e internacional a sus principales directores. Su trayectoria profesional
ha sido, es y sigue siendo sólida y coherente, continuada y brillante, tanto en
investigación, como en divulgación y docencia, así, ha alumbrado una obra
consistente y de gran originalidad en todos los ámbitos de la creación: guion
cinematográfico, artículo periodístico y ensayo.
A
partir de su jubilación en el año 2010, inició una nueva etapa, no solo vital,
sino también intelectual, en la que concibe con mayor flexibilidad su relación
con la cultura y las artes, de manera que sin abandonar por completo sus
colaboraciones con museos como el Prado o el Reina Sofía, entre otros, evoluciona
del estudio intenso al gusto por la creación personal y viste de fábula y
ficción sus muchos conocimientos.
En
la actualidad nos consta que tiene terminada una nueva novela, por el momento
inédita, dedicada al genial cineasta Orson Welles, con la que sin duda volverá
a sorprendernos. En el fondo sigue haciendo lo mismo, contar historias y
enseñar deleitando, pero dejando volar libre al tusitala que lleva dentro, sin bridas academicistas ni aparatos críticos
para, con la sabia modestia que le otorgan sus muchos conocimientos y premios,
enseñarnos que “el papel de los auténticos poetas y artistas consiste en
descubrir y tender relaciones inéditas que nos ayuden a concebir el mundo de un
modo más rico y entramado. Mejor cableado y conectado en red…” Sea por muchos
años.
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