CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

viernes, 1 de enero de 2021

TERUEL, OTRA DIMENSIÓN (II)



FOTO DE LA PORTADA DE DIEGO HE




El viajero se ha documentado a fondo sobre su historia, su arte, sus monumentos y personalidades más relevantes, aunque le espera un guía autóctono, sabe que el viaje se vive en su preparación tan o más intensamente que en su ejecución; la presencia, el vagar por sus calles es una mera constatación de lo aprendido, una comprobación in situ de lo ya presente en su memoria. El viaje físico por el paisaje conlleva también un viaje en el tiempo, un viaje por la historia de esos lugares, al fin y al cabo, piensa, este es el símbolo de la literatura: estás viajando, pero al mismo tiempo estás asimilando unas huellas, un pasado, una cultura.

Las lecturas previas afilan los sentidos y la mente para la observación directa, más tarde, ya en el regreso, se ordenarán las vivencias y se volverá a disfrutar de nuevo con su recuerdo, repasando el material gráfico, comentando con los amigos y familiares la experiencia. Tal vez escriba algo, no sabe bien qué, pero no será exactamente una guía turística al uso ni tampoco un libro de viajes, aunque sí participará de algunas de sus características esenciales, junto a la información y pedagogía propia de aquellas, querría sumar la emoción y la reflexión de los segundos; le gustaría aunar los ojos de entendido y la documentada narración de su guía al asombro de los suyos de viajero que constata lo aprendido con la contemplación directa; algo que funda en sus páginas el Teruel pretérito con el del presente, un paseo actual por sus calles que nos descubra también su pasado, una especie de viaje sentimental, curioso y erudito, iluminado por las palabras de grandes escritores que se sintieron fascinados por la ciudad o por los hechos que en ella tuvieron lugar. El viajero sabe que le sería imposible abarcar en una obra la enorme complejidad de la Historia de un pueblo y sus señas de identidad, pero quizá sumando las miradas de muchos, se pudiera llegar a aproximar a una visión siquiera suficiente.

Es consciente de que el suyo tiene mucho de viaje literario, le acompañan sus lecturas sobre la ciudad, sus leyendas, la historia de sus famosos Amantes, el recuerdo del infausto suceso de la Guerra Civil… Sabe, como afirmó el gran escritor y viajero Manu Leguineche, que al viajar paseamos un sueño, y eso es lo que él pretende con este viaje, pasear un sueño formado por el juego de imágenes entre pasado y presente, por el amor y la muerte, ahondar en la experiencia emotiva e intelectual que plantea recorrer Teruel, describir un sueño. Como dice otro viajero impenitente, Javier Reverte, “el viaje literario tiene algo de viaje hacia la eternidad, una búsqueda incansable del tiempo detenido.”



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