Ayer por la tarde, la ciudad de Teruel rindió un emotivo homenaje al maestro Antón García Abril. En la Escuela de Música que lleva su nombre se presentó el documental de Laura Sipán, El hombre y la música. Magnífico, sin más. Un delicado y entrañable recorrido por su obra y por su persona, que lo muestra como lo que es: un genio humilde y familiar, turolense hasta la médula. No se lo pierdan.
Cuando el maestro cumplió ochenta años, la revista cultural TURIA, Nº 107 se sumó a los múltiples homenajes
que se le estaban tributando y me encargó una semblanza vital y profesional, de la que extraigo algunas partes para presentarlas por entregas en el blog. Como se pueden imaginar, no pretendimos, ni mucho menos, abarcar la enormidad de su persona, ni analizar la vastedad de su obra. Nuestro compositor, director y
pedagogo sigue en la brecha en plena producción y son ya más de setecientas las
piezas que ha compuesto, con lo que la mera enumeración de las mismas
desbordaría ampliamente nuestras posibilidades.
En el momento de redactar aquellas páginas, se encontraba trabajando en la revisión
de La gitanilla, una creación que hizo para el ballet nacional de España
sobre las novelas ejemplares de Cervantes. Además estaba inmerso en la
composición de dos obras de piano para sus dos últimos nietos: "Siempre
les he escrito [hijos y nietos] a todos una partitura de bienvenida al
mundo".
De la intensidad y la altura del presente momento creativo de Antón
García Abril dan buena cuenta los múltiples encargos que recibe constantemente:
la gran violinista americana, Hilary
Hahn, ha paseado por un buen número de ciudades europeas y de Estados Unidos su
obra Tres suspiros, escrita a
petición propia para ella por Antón; por su parte, el quinteto de metal Spanish
Brass Luur Metalls, tras estrenar en el
año 2009 con gran éxito su primer encargo, El vuelo del viento, se apresuró a repetir experiencia el
pasado año con un nuevo estreno de turolense título, Guadalaviar, una composición largo tiempo gestada, escrita para
quinteto de metales solista y orquesta de cuerda, dos pianos y percusión.
Quien quiera aproximarse a su vida y a su producción musical deberá
consultar las obras de Fernando J. Cabañas Alamán, Antón García Abril. Sonidos en libertad (Instituto Complutense de
Ciencias Musicales. SGAE.1993); de Paula Coronas, Estética y estilo en la obra de Antón García Abril (Orquesta
Filarmónica de Málaga, 2001); de Álvaro Zaldívar, Antón García Abril. Poeta de vanguardia (Ediciones Maestro, 2003);
de Andrés Ruiz, Antón García Abril, un
inconformista. El compositor, visto y sentido, por sus intérpretes
(Fundación Autor. SGAE. 2005), así como los diferentes estudios de Esther
Sestelo dedicados a su obra. Para finalizar esta mínima bibliografía que, de
una u otra manera, gravita sobre el presente artículo, recomendamos también la
lectura del estudio de Pablo Pérez y Javier Hernández, Antón García Abril. El cine y la televisión (Diputación de
Zaragoza, 2002), dedicado a su música incidental.
El mundo compositivo de Antón García Abril es inmenso, se extiende desde
las bandas sonoras, pasando por la canción de concierto, el poema sinfónico,
las obras orquestales, para piano, guitarra, ballet, las de carácter didáctico
y pedagógico, hasta llegar a la ópera. Todo un universo creativo, tan ciclópeo
como ecléctico y polimórfico, pero al mismo tiempo unitario, de obra en marcha,
en constante construcción, fruto de una vida consagrada por entero a la música
que, como hemos anticipado, resulta imposible resumir en unas pocas páginas,
por lo que nos limitaremos a recorrer su trayectoria vital deteniéndonos
brevemente en aquellos momentos fundamentales de la misma o de su producción, en
los que Teruel, su patria chica, está presente, bien sustentando e impulsando
su trayectoria profesional, bien latiendo bajo sus composiciones: sus paisajes,
sus gentes, sus familiares, sus amigos, sus recuerdos de infancia y
adolescencia, etc., conforman un magma creativo que aflora en forma de
homenajes continuos a su tierra, pues como anticipábamos en el título, Antón
García Abril es un músico universal
turolense; un artista que no renuncia a sus raíces, al contrario, las posee
en lo emotivo, en el fondo de su espíritu creador y las proyecta hacia el mundo
convirtiéndolas en universales, demostrando una vez más la verdad de las
palabras del escritor portugués Miguel Torga de que “lo universal es lo local
sin paredes”, máxima que alienta siempre en los grandes creadores.
Las entradas que presentaré sucesivamente, surgen de seguir la pista de Antón en el periódico local turolense (antiguo Lucha, en la actualidad, Diario de Teruel) se comprueba, sin ningún género de duda, el respeto y la admiración que
ha suscitado y suscita entre sus paisanos, así como también se percibe con
claridad meridiana la justa correspondencia del compositor, hijo agradecido que
dedica a su tierra lo mejor de sí mismo: su trabajo, su música, sus
composiciones más sentidas.
Dejo aquí una entrevista realizada por Radio Aragón al maestro con motivo de la publicación del mencionado artículo. Espero que la disfruten.
Dejo aquí una entrevista realizada por Radio Aragón al maestro con motivo de la publicación del mencionado artículo. Espero que la disfruten.
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