Concierto mudéjar (1985-86).
En
1983 fue nombrado hijo predilecto de Teruel y en 1985, su amigo, el padre Jesús
María Muneta, a la sazón Director del Instituto Musical Turolense, hombre
fundamental en el devenir de la música de la ciudad en las últimas décadas,
estrenó en su honor la obra significativamente titulada, Abriliana. Homenaje al maestro Antón García Abril, para orquesta.
Llevado de la gratitud
ante esas continuas muestras de cariño de los turolenses, el maestro aprovechó
el encargo del Ministerio de Cultura, con motivo del año Europeo de la Música , para componer su Concierto mudéjar, espléndido homenaje
al estilo arquitectónico turolense por excelencia; una creación en la que
desarrolla su vena melódica en tres tiempos que, según sus propias palabras, “fluyen
de manera expresiva para crear un mundo de equivalencias entre el mudéjar
arquitectónico y el sonoro”, pues como aquel, la composición se realiza con una
extraordinaria economía de medios: una guitarra y una orquesta de cuerda;
música sincera, grata y asequible a cualquier oído, compuesta para perdurar en
el tiempo, clásica ya a pesar de su modernidad, presente en todos los selectos
repertorios de los grandes solistas mundiales.
Se estrenó oficialmente el
1 de octubre de 1986 en la catedral de Teruel bajo su dirección y la
interpretación de Ernesto Bitetti y la Orquesta de Cámara I Solisti Aquilani. Ese mismo
año, el mudéjar turolense fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los actos de homenaje de
su ciudad se han sucedido puntualmente casi todos los años; las asociaciones
más importantes lo han reconocido con sus distinciones más preciadas, así, en
1988, fue nombrado “Turolense del Año” por el Centro de Iniciativas Turísticas.
Casi al mismo tiempo, en el V Abrazo Andalucía Aragón, la Casa de Andalucía en Teruel,
le otorgó el título de “Aragonés del Año”.
También por esas fechas, a
petición de la Delegación
de Teruel de Manos Unidas, compuso para dicha organización su sintonía. De
igual forma, en 1993, el Gobierno de Aragón, con motivo de la celebración del
día de San Jorge, le concedió la medalla al Mérito Cultural. Por su parte, el
Ministerio de Cultura reconocía su trayectoria profesional y su obra
otorgándole el Premio Nacional de Música. La Universidad de Verano
de Teruel lo homenajeaba dedicándole un curso de “análisis estético e
interpretativo de sus obras para piano y canto y piano”, quizá único en el
panorama universitario español, al tratarse de un músico vivo.
Como venimos destacando,
Antón García Abril no dejó de componer obras alusivas a su tierra, así, en
1999, estrenó Tres polifonías turolenses,
basadas en el Dance de Jorcas, y en
el 2002, con motivo de su lectura del pregón de la Semana Santa , regaló a la
ciudad su composición Florecicas de la
pasión, inspirada en el mundo del folclore a través de una jota aragonesa y
en los toques de tambores y cornetas, aunando de esta forma el mundo popular y
el de la Semana Santa.
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