Reseña publicada en el suplemento del Heraldo, "Artes y Letras".
ESPÍAS EN
El
título de la última obra de David Lozano, Herejía,
como su ambientación en la
Zaragoza del “año del Señor de 1493” , pueden hacer pensar al
lector no avisado que se encuentra ante una novela histórica, pero lo cierto es
que se trata de una novela de aventuras juvenil –protagonista adolescente,
lenguaje sencillo, breves descripciones, etc.-, con un toque romántico, que
igual podría suceder en la
España franquista, la Alemania nazi o la Unión Soviética de Stalin,
escenarios todos ellos propicios para fanatismos de diversa índole y sus
consecuencias: intolerancias y persecuciones, envidias y denuncias vecinales,
intrigas y corrupciones, etc. En suma, momentos oscuros de la historia caracterizados
por el terror y la represión, en los que las miserias humanas se ponen al
descubierto con su máxima crudeza.
El
trabajo de documentación histórica está, pero no pesa, para David Lozano la
narración es lo que cuenta, o mejor aún, el ritmo vertiginoso de la acción,
casi cinematográfico –comienzo in media res, acciones paralelas, diálogos
fluidos, etc.-, todo lo demás –el escenario, los personajes, el tema y su
trasfondo moral, etc.- es secundario.
La
aventura de Ginés de Alcoy, alter ego de Luis de Ortuña, es un viaje iniciático
en el que el joven comprenderá bajo su disfraz de colaborador-espía de la
inquisición la verdadero valor de palabras como justicia, violencia, crueldad,
dolor, misericordia, envidia, amistad, lealtad, traición… Y, cómo no, amor.
Tras la difícil experiencia, saldrá fortalecido, transformado en hombre. Efectivamente,
de alguna manera, Herejía es una novela
de aprendizaje –Bildungsroman-, si
bien tiene mucho de maniquea en sus personajes, en especial los masculinos
–Orduña versus Saviñán-. Más redondos son los femeninos, caso de la un tanto
atípica para la época Priora, Catalina de Bolea, y la más real, Ana de Saviñán.
A
pesar de la afinidad de los títulos y del marco histórico elegido para sus
narraciones, la novela de David Lozano poco tiene que ver con la de Miguel
Delibes, El Hereje, ni, por citar
algún otro ejemplo, con la de Antonio Orejudo, Reconstrucción, sus pretensiones últimas son distintas. En puridad,
Herejía es una novela de espías
ambientada en tiempos de la
Inquisición medieval con sus intrigas, falsas identidades,
traiciones, amores peligrosos, etc., cuya finalidad principal es hacer pasar un
buen rato al lector. Y a fe mía que lo consigue.
DAVID
LOZANO, Herejía, Madrid, SM, 2013.
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