CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

viernes, 18 de abril de 2014

JAVIER EXPÓSITO LORENZO: "MÁS ALTO QUE EL AIRE. BREVIARIO PARA EL ALMA"

LUZ, VIDA Y AMOR
Reseña publicada en la revista TURIA 109-110



            Ya lo dice Juan Manuel de Prada en el Prólogo de Más alto que el aire: “es una rareza literaria”. No le falta razón, lo es, y mucho. No es habitual encontrar por los pagos literarios hispánicos un libro como el que Javier Expósito Lorenzo nos entrega y subtitula significativamente Breviario para el alma, una obra de carácter espiritual, contemplativa y transcendental, casi mística, pero también carnal, en cuanto que trata del hombre y es para los hombres, que propone al lector un profundo ejercicio de meditación sobre la naturaleza humana y nos invita a vivir la experiencia interior de la búsqueda de la Verdad, a liberar esa energía omnipresente y eterna que es nuestra alma y a escapar de todas las limitaciones que constituyen nuestro ego, basado en las experiencias limitadas del limitado mundo material y del engaño de los sentidos.
            Decía Luis Vives que “saber mirar es saber amar”, y en cierto modoesto  es lo que nos propone Javier Expósito: mirar lo que nos rodea y gozarlo en el momento presente; el pasado ya no es y el futuro es una trampa, es el generador de miedos, es la irrealidad. El miedo es tan sólo una cara de la moneda de la vida, cuyo reverso es el amor. La clave para renacer cada día que despertamos es “saber mirar”. Cada despertar es una resurrección, un regalo que se nos concede y que debemos abrir con la ilusión de un niño en la mañana de Reyes, hay que mirar cada jornada con los ojos de ese niño y esforzarnos en ver siempre el lado positivo de las personas y de las cosas, como formando parte de un todo, de un plan superior, donde mi historia es tan solo una tesela en el mosaico de la Historia de las historias de todos. De mí, de mi mirada depende que mi día sume a mi vida y a las vidas de los que forman conmigo esta red de lazos invisibles que es la Humanidad: mi familia, mis amigos, mis vecinos, mis compañeros de trabajo… En suma, todos aquellos con quienes me cruzo cada jornada y forman la arborescente naturaleza de la vida.
            El libro se divide en tres partes: Luz, Vida y Amor. El primero bucea en nuestro interior para buscar esa “luz” que todos llevamos dentro y nos propone liberar a ese niño asfixiado por la máscara de las apariencias sociales. El segundo, Vida, nos invita a mirar al exterior bajo la óptica de la nueva luz, a contemplar lo cotidiano con los ojos sorprendidos del nuevo niño alumbrado que ya somos, a participar de la simbiosis perfecta del hombre y la naturaleza, a recomponer nuestro ser fragmentado e integrarnos en el todo, pues al fin y al cabo, como hermosamente dice Javier Expósito, “¿qué somos nosotros, sino agua cosida en nubes de carne?”. El tercero es la sublimación de todo lo anterior, el Amor es “el estado que convierte a tu vida en una obra de luz”.
            Como se puede suponer, en la límpida propuesta de Javier caben las religiones, pero, ojo, no es una obra estrictamente religiosa, si bien es cierto que presenta una decantación importante de textos sagrados (de la Biblia especialmente), ascéticos (la escuela española encabezada por Fray Luis de León), místicos (el Bhágavad-guitá y los imprescindibles San Juan y Santa Teresa), y sapienciales, pero también bebe de los trascendentalistas (Emerson, Thoreau, Whitman, etc.) y de los grandes humanistas aforísticos ( Gibrán, Ceronetti, etc.) Todos están, pero no se notan, asumidos, bien digeridos, conformando una obra que podría encuadrarse bajo el marbete de lo que en la actualidad ha dado en llamarse “la literatura de la luz”.
            Las páginas de Más alto que el aire se han de leer sin prejuicios, sin apriorismos ni imposiciones, por necesidad personal de buscar respuestas, de hallar la Verdad. No es ni mucho menos un libro para leer de una sentada, es un libro de mesita de noche, para disfrutar en momentos puntuales, cuando se produzca su llamada, cuando se tenga necesidad de su lectura, cuando se disponga de tiempo para saborear su prosa poética diamantina, sus imágenes, su belleza profunda, para sentirla más que descifrarla intelectualmente.
            Libro ético, inspirado en el amor, en el que idea y forma son lo mismo, tan difícil y complejo o tan sencillo y luminoso como entienda el ánimo y la indagación del lector, que nos descubre que para el conocimiento  y la purificación del alma humana es más útil la intuición del poeta que la filosofía del sabio o la metodología del científico.

JAVIER EXPÓSITO LORENZO, Más alto que el aire. Breviario para el alma, Madrid, Los libros del olivo, 2013.
           


            

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