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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

jueves, 1 de febrero de 2018

TRAS LA HUELLA DE LOS AMANTES EN LA LITERATURA (I)

Precedentes: el motivo-tópico literario de morir de amor.


Este artículo se publicó íntegramente en la revista 

        Eros y Tánatos, el amor y la muerte, son temas universales de todos los tiempos y latitudes. Los más grandes escritores han puesto estos temas en el centro de su creación y en numerosas ocasiones han establecido que el único lugar de encuentro de los enamorados sea la muerte.
            Morir de amor es un motivo folclórico que ha llegado a convertirse en tópico literario, en un lugar común de la literatura casi desde sus orígenes, lo encontramos en narraciones de la antigüedad clásica, como en los trágicos amores de Mausolo y Artemisa, Hero y Leandro o Píramo y Tisbe, historia esta última cuyas similitudes con la de los Amantes ya señalara Rey de Artieda, primer dramaturgo que la llevó a la escena, y que fue recreada por “el padre de la literatura inglesa”, Geoffrey Chaucer, en The Legend of Good Women , o por el mismo Shakespeare en Romeo y Julieta.
           
(Muerte de Doña Alda,
del manuscrito de Berlín,
mediados del Siglo XIV)
Los amores desdichados han interesado siempre y se encuentran también en los orígenes de numerosas literaturas, tanto orientales (la leyenda china de Los amantes mariposa, datada hacia 850-880 o la turca de “Ferhad y Sirin”[1], entre otras) como occidentales. Así, por ejemplo, en el cantar de gesta provenzal de principios del siglo XII, Ronsasvals, se nos narra cómo la protagonista, doña Alda, muere sobre el cadáver de Roldán, su prometido, al estamparle un último beso. Tras el luctuoso suceso, Carlomagno ordena enterrarlos juntos y oficiar un gran funeral. De igual forma, la historia de Tristan e Isolda (siglos XII y XIII) presenta un amor trágico con enterramiento conjunto. También el canto cortesano anónimo alemán de finales del siglo XIII, Frauentreue, incluye, como la tradición turolense, la exigencia amorosa, la virtuosa negativa de la mujer, la muerte del amante, el abandono del cuerpo en la puerta de su casa, el funeral en la iglesia, el súbito fallecimiento de la enamorada sobre el cadáver del amado y el enterramiento conjunto.

Subo un video sobre los Amantes mariposa: 



Otro más sobre "Ferhad y Sirin":



           
Así llegamos a la novella (IV.8) del Decamerón (1350) en la que Giovanni Boccaccio narra el amor de Jerónimo y Silvestra, muy semejante en lo esencial a la de los Amantes, como ya reconociera el mismo Hartzenbusch en 1843, el cual tras preguntarse por quién copia a quién, se decanta por el origen turolense de la historia abriendo de esta forma el melón de la precedencia de un texto sobre otro. Cuestión en la que como hemos anticipado no vamos a entrar, para ello remitimos al estudio de Guardiola (1977), como tampoco vamos a detenernos en las evidentes reminiscencias que la tragedia de Shakespeare, Romeo y Julieta, mantiene con la turolense, en especial en lo que respecta al motivo de morir de amor[2], convención literaria frecuente ya en la lírica provenzal medieval dentro de lo que genéricamente se denominó amor cortés, según la cual el amante desdeñado podía desear la muerte o incluso llegar a morir de verdad por amor.




[1]Sobre esta leyenda y su relación con los amantes puede consultarse la tesis doctoral de  Aysegul SAKLICA (2008), Los Amantes de Teruel: de la leyenda al teatro español de los siglos XVIII y XIX, trabajo de investigación dir. por Montserrat Amores, Universitat Autonoma de Barcelona, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.
[2] Véase a este respecto RODRÍGUEZ CARBALLEIRO, Hildegart (1930), Tres amores históricos: Romeo y Julieta, Abelardo y Heloísa y Los Amantes de Teruel, Teruel, Diputación de Teruel.

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