Un Cineclub turolense a finales de los años veinte
Salvo
la honrosa excepción de Ramón Gómez de la Serna y pocos más, para los
intelectuales de finales del siglo XIX y principios del XX el cine no fue
objeto de interés, habrá que esperar a la generación del 27 para que algunos de
sus componentes rindan tributo al nuevo arte y lo entiendan como tal. Será en
ese momento cuando surja el primer cine club de España, dirigido por Ernesto
Giménez Caballero y por Luis Buñuel, cuya sesión inicial tuvo lugar en el Cine
Callao de Madrid el 23 de diciembre de 1928 con la proyección de la película El Tartufo (1925). En los años siguientes
fueron sumándose los de las grandes ciudades españolas, entre ellos el de
Zaragoza, filial del Cineclub Español citado. Su primera sesión se desarrolló en
el Cinema Alhambra el domingo 27-IV-1930. La sesión inaugural fue un gran
acontecimiento cinematográfico, con un programa que agrupaba una versión
primitiva de La dama de las camelias,
Historia de la brujería, de Benjamin
Christensen, y como acontecimiento, Un
chien andalou, de Luis Buñuel y Salvador Dalí.
Sorprendentemente,
un año más tarde, Teruel, una ciudad que en el siglo XXI todavía no está en el
mapa, contaba ya con el suyo propio, entendemos que también como extensión
local del madrileño o del zaragozano, el propio Cano anunciaba su próxima
puesta en marcha en La Voz de Teruel el
8 de abril de 1831 y dos días más tarde, insistiendo en la necesidad de
satisfacer con ese proyecto los variados gustos cinéfilos de todas las
profesiones, añadía que “del comité central del Cine Club se han recibido
telegramas felicitando a los organizadores del Cine Club local”; sin embargo,
habría todavía que esperar al 17 de diciembre, para que se produjera su
presentación oficial con la proyección de la película Caín.
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