CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

jueves, 3 de septiembre de 2020

TERUEL, OTRA DIMENSIÓN (I)



AL RITMO DE LAS CAMPANAS





El viajero llega en tren a Teruel. Ha sido un viaje largo, interminable, a una velocidad decimonónica, puede incluso que más lenta, un anticipo de lo que le espera: una ciudad slow, de otra época, en la que el tiempo se ha detenido, donde todo transcurre a otro ritmo, el de las campanas de sus torres mudéjares, que siguen tañendo y marcando las horas, ordenando el día.

Las campanas anuncian los oficios religiosos (misas, vísperas, ángelus) y los hechos de la vida cotidiana (toque de muerto y de agonía, de boda, celebración y fiestas…) Las campanas de la Catedral y de las parroquias, como gallos en el corral de la ciudad, despiertan a sus habitantes y lanzan sus alertas de bronce a los cuatro vientos, los turolenses conocen bien sus voces, aunque las nuevas generaciones ya no saben su lenguaje y no pueden descifrar sus mensajes.

El viajero recuerda los versos iniciales del poema significativamente titulado “Domingo septembrino”, escrito durante su estancia en Teruel por José Antonio Labordeta, ese hombre bueno, comprometido y honesto, de voz rota y amarga, que un día mandó “a la mierda” a gran parte de la clase política por su descortesía y zafiedad, con el aplomo de Fernando Fernán Gómez, con la maestría para el exabrupto de Camilo José Cela, con la contundencia de un aragonés cansado de que no le hagan caso,  un guía de excepción que lo acompañará en sus paseos por la ciudad: “Din, dan.   Din, dan: / Las campanas domingo en la ciudad  / tarde que avienta el viento / hasta la orilla…” 

Es curioso -piensa en un inciso de su propio pensamiento-, da igual lo que hayas hecho en la vida, si te has dedicado a la enseñanza o a la política, si has escrito libros o has realizado programas de televisión, al final, para la inmensa mayoría de la gente todo se reduce a un “a la mierda”, a una anécdota y poco más.

Los modernos de hoy en día dirían que Teruel es una slow city, una ciudad lenta, una ciudad para pasearla, y a eso se dispone.

(continuará...)

Fragmento del libro Teruel, otra dimensión, de próxima publicación por la editorial Pregunta Ediciones

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