CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

sábado, 3 de abril de 2021

RESEÑA DEL LIBRO "GENEALOGÍAS DE LA MIRADA" DE AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL

 

UNIVERSO SÁNCHEZ VIDAL


Agustín Sánchez Vidal siempre titula con gran precisión y enorme atractivo sus obras, la última, Genealogías de la mirada, es exactamente eso, una suma de miradas, de sugerentes ensayos escritos en su mayoría como conferencias impartidas para diferentes museos y universidades, tanto nacionales como internacionales, a lo largo de su dilatada trayectoria profesional. Pero no se confundan, no es únicamente un ensayo sobre pintura, es mucho más, es una “summa artis” integradora de sus muchos saberes acumulados durante años, en la que su cátedra y toda su producción ensayística y narrativa establecen entre sí un diálogo constante hasta convertirla en un “agujero negro” donde se concentra todo su universo sapiencial y creativo. Aquí están sus estudios sobre literatura, cine y cines, fotografía, pintura, Chomón, Buñuel, Dalí, Goya, Saura, España… su Llave maestra, Nudo de sangre, Viñetas, Quijote Welles… pero, sobre todo, Sol y sombra, El rabo por desollar, La especie simbólica, embriones originales de estas recién alumbradas y orondas Genealogías de la mirada, un libro de semiótica general, de estudio de las producciones artísticas como procesos de comunicación, en el que las artes, las ciencias y la tecnología conversan entre sí y se explican mutuamente.

         El primer bloque de ensayos se agrupa bajo el título genérico de “Puntos de fuga” y nos habla de relojes, viajes en el tiempo, héroes cuánticos, agujeros negros, la revolución de las tramas -desde los quipus incas hasta los códigos de barras- y del código fuente, esa primigenia escritura de Dios.

         El segundo, “Genealogías de la mirada”, se ocupa de la perspectiva renacentista, con su nueva concepción del espacio, y de las anamorfosis, una verdadera revolución en la pintura y la arquitectura, con ecos en la literatura barroca (Góngora y Quevedo violentan la lengua con metáforas y figuras retóricas extremas en una suerte de renovadoras anamorfosis lingüísticas generadoras de inéditos enfoques literarios: el culteranismo y el conceptismo); de la cámara oscura y las perspectivas ilusionistas, base de la fotografía y principio del camino hacia el cine; de la cartografía moderna; de la globalización del ojo, esos deseos panorámicos de expandir la mirada limitada del sujeto para alcanzar mucho más: el cinemascope, las enciclopedias, los esfuerzos intelectuales y de escritura de la gran novela realista, Balzac con su Comedia Humana, Galdós con sus Episodios Nacionales, Calatrava con su Hemisferic, la biblioteca china de Tianjin…

         En “Mas allá del tableau vivant” aborda las relaciones entre la pintura y el cine, entre la imagen estática y la imagen dinámica, los modos diversos de atrapar el movimiento, los juegos de luces y sombras, el retrato en la pintura y el cine, la vida de los artistas en la pantalla, el arte como ilusionismo y prestidigitación y el intento de la pintura y, en especial, del cine por atrapar lo onírico, ese espacio de libertad creativa que es “El burdel de los sueños”, en el que Dalí y Buñuel se erigen como maestros absolutos.

         El cuarto bloque, “El rabo por desollar”, toma su título de unos versos de Machado presentes en sus “Proverbios y cantares”, en los que habla de la distancia y escepticismo con los que son recibidos en la piel de toro los radicales cambios históricos producidos tras la Gran Guerra, en este apartado, Sánchez Vidal estudia la pintura de El Bosco y lo carnavalesco para analizar la “Leyenda negra” de España y los tópicos nacionales, que nos llevan hasta el extremo opuesto de la “España blanca, la españolada de charanga y pandereta en el que nos encontramos instalados, incapaces de gestionar nuestra propia imagen sin salirnos del tópico, y entre ambos extremos, aparece el verso suelto de Orson Welles y su proyecto de vida fílmico inacabado del Quijote, a la postre un ensayo muy particular sobre España, una España que Sánchez Vidal disecciona con precisión de cirujano en “Una cultura de masas” y en “Del juego al ocio”.

         Desde su privilegiada atalaya de sabiduría lúcida, la comprensión del pasado le permite a Sánchez Vidal desvelar claves de nuestro presente y, de algún modo, cerrando el círculo –o deberíamos decir mejor la espiral- inicial de la cuantificación del mundo planteada con “el escape de foliot” al comienzo del libro, asentada con la perspectiva renacentista, los mapas portulanos y el dinero en papel moneda, en el quinto y último bloque se ocupa de la era digital y sus consecuencias estéticas (el cine, la pintura y la arquitectura pixelada, por ejemplo) que apuntan, como reza su explícito título, “Hacia un nuevo régimen cultural” regido por los ordenadores, los dispositivos móviles y las bioprinters, las impresoras 3D que abren nuevas posibilidades creativas.

         Cierra su universo de miradas con un obligado “Recuento”, un estado de la situación actual, en modo alguno conclusivo, tan solo entreabre puertas y dibuja bosquejos prospectivos sobre el paso de las señas de identidad al mestizaje cultural, se lamenta de la “litronización” de España y del desguace de la cultura, observa la eliminación de las barreras de género y comenta la transversalidad y lo trangenérico.

         Con Genealogías de la mirada, Agustín Sánchez Vidal nos demuestra de manera fehaciente que “mirar no es solo ver, ni un simple proceso óptico, sino algo cultural, una lectura del mundo”, y se nos muestra, una vez más, como un escritor polifónico, que pasa y lo hace pasar bien a sus lectores enseñando, transmitiéndoles con pasmosa facilidad sus conocimientos, no siempre sencillos de explicar, pero que él, con ejemplos visuales de todo tipo, formato y arte meticulosamente escogidos y analizados (el apoyo gráfico es magnífico), logra simplificar y hacérnoslos comprensibles, traspasa las fronteras académicas de la reflexión teórica especializada y consigue contagiarnos su enorme pasión por el conocimiento, su humanismo abierto hacia el hombre y su trascendencia, su concepción del saber entendido como organismo vivo e interconectado.

Artículo publicado en el suplemento ARTES & LETRAS. HERALDO DE ARAGÓN

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