CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

jueves, 1 de diciembre de 2022

 

VIVIR EN LOS LIBROS: LEER PARA VIVIR, VIVIR PARA LEER




         España puede estar a la cola en muchos temas, pero no en literatura, de nuestros ocho premios Nobel, seis son en esta materia,  si incluimos a Vargas Llosa, que tiene doble nacionalidad.

         La Literatura Española está llena de  grandes obras y de ilustres escritores: desde la primera jarcha a la poesía más reciente; desde los cantares de gesta a la novela actual; de Gonzalo de Berceo a Alfredo Saldaña; de Cecilia Böhl de Faber o Rosalía de Castro a Rosa Montero o Gloria Fuertes; de Cervantes, Garcilaso, Góngora, Lope o Quevedo a Javier Marías, Eduardo Mendoza, Manuel Vilas o Elvira Lindo.

         Es incuestionable, nuestra historia literaria es muy rica, son más de mil años de letras repletas de clásicos universales, pero qué convierte a una obra en un “clásico literario”, no resulta fácil la respuesta, si bien podríamos convenir que se alcanza esa calificación cuando perdura a través del tiempo y permanece en la mente y el gusto del público lector durante años o se convierte en modelo a seguir en su género abriendo nuevos caminos.

         Nacho Escuín, en el prólogo a su último ensayo, Vivir para leer (Breve guía de la Literatura Española en 101 libros), nos explica con claridad meridana la finalidad de su empeño: resumir la esencia de la Literatura Española -como anticipa el subtítulo- mediante 101 lecturas escogidas, para lo cual se impone una tan dolorosa como complicada restricción, ninguno de los autores aparecerá con más de una obra, sus criterios de elección van desde aquellas que desarrollaron un concepto o una estética tras su escritura, pasando por ser considerada singular, hasta simplemente el gusto personal.

         Escuín, poeta y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, sabe de la dificultad de su reto y se presenta ante nosotros con humildad, “como un lector más, con su gusto, sus filias y sus fobias…”, con la única pretensión de transmitirnos esa pasión personal por los libros, ese fuego que ha animado su vida desde la infancia.

         Con frecuencia, la literatura se contempla como perteneciente al reino de lo inefable, pero está hecha por hombres y mujeres que sufren, gozan, viven y mueren en un mundo que unas veces los desprecia y otras los encumbra. La escritura no es solo el anhelo de crear, de buscar belleza, de trabajar una estética, el escritor es hijo de su tiempo y en mayor o menor medida es espejo del mundo circundante y de sí mismo. Nacho Escuín así lo interpreta y entiende la Literatura como un método para comprender la Historia, si bien, advierte, no es la Historia, y especifica que la infiere vinculada a dos conceptos tan interesantes como la identidad y la pertenencia a un contexto nacional, como una ayuda para comprender las ideas y las costumbres de sus diferentes etapas.

         En su selección es evidente que no están todos los que son, pero sí son todos los que están y de ella destacaría tres esfuerzos importantes: en primer lugar la inclusión de títulos poco conocidos, pero relevantes dentro de géneros escasamente estudiados como es el de la literatura de viajes, representada por Embajada a Tamorlan de Ruy González de Clavijo,  o poco cultivados en nuestro país como es la novela gótica, con Galería fúnebre de espectros, de Agustín Pérez Zaragoza; en segundo, la importante presencia de poetas y poemarios, equilibrando una balanza que en propuestas similares se decanta más por la novela; en tercero, es meritorio su empeño por incluir nombres de mujer en número importante, hasta la fecha escasamente representadas en este tipo de trabajos.

         Vivir para leer es un libro de libros, una especie de Mil y una noches de la historia de la literatura, un manual esencial, pero riguroso y suficiente que, en poco más de 150 páginas, resume con experta precisión la española. Su lectura es recomendable para todos los públicos, pero en especial para aquellos lectores escasos de tiempo que quieran construir sobre la columna vertebral de las lecturas propuestas su propio cuerpo lector.

Nacho Escuín, Vivir para leer (Breve guía de la Literatura Española en 101 libros), Zaragoza, Libros del Frío, 2022.

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