CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

martes, 7 de febrero de 2012

BUÑUEL EN ANÉCDOTAS (XIV): UN OJO DE TERNERA


 

Una de las escenas más recordadas de la historia del cine es la del comienzo de Un perro andaluz, a pesar del tiempo transcurrido y de lo burdo del montaje, los espectadores que se enfrentan a ella siguen estremeciéndose:  funciona tan bien que mucha gente cierra los ojos y grita.
            Esa escena fue la primera que rodó Buñuel y la única que protagonizó, algún tiempo después reconoció que su realización había sido el único gesto de verdadero valor que realizara en toda su vida: un cigarrillo, una navaja, la actriz Simone Mareuil,  un ojo de ternera muerta -depilado- y coraje para protagonizarla. Así de simple, sin efectos, sin trucos, Buñuel en estado puro.
   Es curioso, pero tanto la protagonista, Simone, como el protagonista, Pierre Batcheff se suicidarían. Este, tan solo unos años después, murió por una sobredosis de veronal, en 1932; la otra, veintidós años más tarde, se bañaría en gasolina y se prendería fuego en una plaza pública. Ni en sus peores sueños-pesadillas, Dali y Buñuel hubieran imaginado un final tan dramático para sus actores.


Dalí, Buñuel y los actores de Un perro andaluz


   Algún tiempo después, Dalí recordaría ese ojo cortado en los decorados de la película de Hitchcock, Recuerda.

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